Es cualquier padecimiento que involucre inflamación en el ojo o en los tejidos que se encuentran alrededor del ojo.
El diagnóstico se asigna con base en la estructura inflamada de manera principal. Por ejemplo, si se inflama la esclera (parte blanca del ojo), se le denomina escleritis. La inflamación es una reacción del tejido al daño o enfermedad. Se puede presentar de manera aguda o crónica.
¿Qué es la inflamación?
Es una respuesta normal del sistema inmune en contra de estímulos extraños. Es un mecanismo de defensa para preservar la integridad del cuerpo.
¿Por qué sucede la inflamación?
La inflamación puede ser originada por diversos estímulos. Una causa es la infección, que es la invasión de algún tejido del cuerpo por microorganismos: virus, bacterias, parásitos, hongos. También, la inflamación se puede originar como respuesta a ciertos antígenos: moléculas que hay en el medio ambiente, alimentos, medicamentos, pelos de animales (lo que se conoce como alergia). Otra causa puede ser el cáncer u otros tumores. Finalmente, la inflamación puede ser ocasionada por un trauma: las células inflamatorias migran para reparar los tejidos dañados. En algunas ocasiones, el sistema inmune “se confunde”, y en lugar de atacar a agentes “malos”, ataca a tejidos de nuestro propio cuerpo. Esto se conoce como AUTOINMUNIDAD. La inflamación puede ser localizada (como el síndrome uveítico de Fuchs, donde lo que está inflamado es exclusivamente el ojo), o sistémica (como en la artritis reumatoide, donde existe “ataque” o inflamación a la membrana sinovial de varias articulaciones del cuerpo).Cuando se han descartado todas estas causas, la inflamación puede no tener un origen conocido, o ser IDIOPÁTICA.
¿Por qué es dañina la inflamación ocular?
La respuesta inflamatoria causa una serie de cambios en el tejido inflamado causando hinchazón, dolor, calor y en algunas ocasiones enrojecimiento. A veces, la “guerra” contra los agentes extraños también daña nuestros propios tejidos. En el caso de enfermedades autoinmunes, la inflamación sólo destruye nuestros propios tejidos, sin existir ningún “enemigo real”.
¿Cómo se trata la inflamación ocular?
Aunque la inflamación es un mecanismo de defensa, a veces la respuesta inflamatoria causa más daño que el propio agente agresor. En estos casos, es necesaria la inmunomodulación. Esto se logra con antiinflamatorios no esteroideos, con corticosteroides o con inmunosupresores. Éstos se pueden administrar de manera tópica (gotas o ungüentos), en inyección periocular, subcutánea, intramuscular o de manera intravenosa.
¿Quién trata las enfermedades inflamatorias oculares?
Los oftalmólogos en general están capacitados para manejar casos sencillos de inflamación. En casos más complejos (casos severos, crónicos o repetitivos) el encargado de la búsqueda de la causa y tratamiento de la enfermedad es el especialista en inflamación ocular (también conocido como especialista en uveítis).